Del árabe. Un arabesco es un adorno
que imita formas de hojas, flores, frutos, cintas, y aparece mucho en ciertas
construcciones árabes. No obstante, el
arabesco es mucho más antiguo que los árabes. Aparece en monumentos egipcios y
asirios; también en algunos etruscos, griegos y romanos. En la Edad Media,
se utilizó para toda clase de adornos, y en el Renacimiento
fue muy usado y resaltado en Italia.
Mediante el arabesco que traza la pérgola
del “Paseo
de los Árboles” se consigue construir una sombra que teje un nuevo espacio
urbano.
Sombra
y frescor que proporciona la vegetación que todo lo envuelve y que crecerá poco a
poco hasta que dentro de 100 años la pérgola haya desaparecido y tan sólo los
árboles den forma al Paseo.
Sombra,
frescor, color y olor
añadido por el cuidado emplazamiento de zonas de flores, arbustos pequeños y
plantas aromáticas que se distribuyen por todo el paseo.
El
plano del suelo se ondula
de forma que proteja el paseo del tráfico circundante y se trata debajo de las
pérgolas mediante un árido lavado que permite modificar el color según las
zonas y proporcionar una textura cambiante y agradable.
Entre
los lazos del arabesco se
emplazan diferentes espacios de descanso y actividad, juegos de niños o salones
para la espera; los arabescos que forman las pérgolas generan zonas delimitadas
que permiten a cada ciudadano escoger el ritmo que necesita llevar en su vida.