Desde el trazado de espacio urbano existente, la actuación responde cosiendo los distintos
retales existentes fabricando un nueva textura urbana, utilizando como
elementos básicos la vivienda con patio, las plantas bajas comerciales, los
espacios de trabajo y las dotaciones urbanas que se ligan en nuevos edificios y
con nuevas plazas públicas.
Frente al planteamiento común de zonificación urbanísticas, la propuesta
trabaja desde la convicción de que un solo organismo puede resolver las distintas
densidades edificatorias y los distintos usos, aportando un abanico de
respuestas que solucionen las
agrupaciones además de los distintos modos de vida de sus ocupantes.
Respecto a la estructura interior y a su definición sobre el espacio
público, es el patio el elemento estructurante de los conjuntos edificatorios.
El patio se entiende aquí como el elemento necesario para un control pasivo de
las condiciones climáticas, para la correcta ventilación y la iluminación
controlada. El patio adquiere múltiples versiones cuando se proyecta también
sobre las fachadas de la edificación, ligados entre sí el patio vertical y el
horizontal, el edificio se configura como un engarzado de espacios conectados
entre sí y sujetos a una estructura que depende de la densidad en el conjunto
del sector.
Se propone un sistema que permita
una multiplicidad de tipos tanto a nivel de bloque como de vivienda en coherencia dentro de la
diversidad.
Este sistema permite la adaptación en el tiempo a nuevas configuraciones
de ocupación, al entenderse los bloques como distribución de comunicaciones verticales y patios, que generan el resto de espacios a su
alrededor. Este reparto de patios en
diferentes grados genera diferentes densidades de superficie útil que podrían variar de un bloque a otro de
acuerdo a condiciones de mercado. Las variantes son infinitas.