Una ciudad es un
sistema libre de actividades diversas.
Una ciudad eficiente
acumula sus activos, optimizándolos.
Una ciudad es
dependiente del sistema geográfico en el que se asienta, su morfología depende
del medio natural, frente al tipo de implantación colonizador, ésta ciudad lee
el territorio y se adapta como una curva de nivel, aceptando que su forma es la
forma del paisaje.
Una ciudad tiene
calles y plazas, lugares públicos y privados, proporciona a su usuario escenarios
distintos, una ciudad es un paisaje.
Una ciudad
contemporánea, debiera ser una herramienta de sociabilidad integrada en el
medio; una mezcla ponderada de naturaleza y tecnología.
La ciudad que
proponemos se piensa desde el camino, desde la lentitud equilibrada de la
naturaleza, desde la conversación y desde el eco que es posible en el silencio.
Tiene sus raíces en los monasterios, lugares de la contemplación y la sabiduría;
y se extiende hacia el conjunto del territorio, entendiendo que sus límites
acaban cuando desaparecen los caminos que la enlazan con su sistema natural
cercano.
La ciudad que
queremos edificar es un lugar amable, construido desde la sombra, con espacios
que proporcionan libertad de uso, indefinidos en sus límites y controlados en
su formalización, esos lugares intermedios propios del mediterráneo que ofrecen
una buena vida.
Ésta ciudad es un
conjunto de perspectivas abiertas hacia el paisaje que la acoge, convirtiéndose
en dependiente de él, en su aliado.
Esta ciudad se
adapta en definitiva a las condiciones del medio y al clima, entendiendo que su
lectura desde una posición contemporánea es una variable inexcusable de lo
sostenible.
Lo sostenible ha
dejado de ser una opción, para formar parte de la cultura de lo necesario. El
construir edificios eficientes con materiales de bajo consumo en recursos
ambientales que valoran el territorio no debe convertirse en un valor sino en
una condición inexcusable de la arquitectura. En cualquier caso la buena
arquitectura siempre fue así.
El Proyecto de la
Ciudad del Medio Ambiente de Murcia, quiere trabajar en dos aspectos, el
primero el de entender el conjunto del territorio como la unidad básica para
comprender el problema planteado de la rehabilitación ambiental de la antigua
cantera y el segundo el de generar una arquitectura que se adapte al paisaje y
las condiciones ambientales especificas de la zona.
En cuanto al primer
aspecto, se entiende que la red de caminos se convierte en el elemento
estructurante del paisaje. En este sentido los caminos se acompañan de pequeñas
y especificas piezas que establecen usos asociados, como refugios, zonas de
embarque para paseos en el pantano, zona de visualización de animales…
La rehabilitación de
la cantera se entiende como un trabajo en el que el tiempo debe hacer su labor,
no pudiéndose entender que proporcionamos una imagen final de la propuesta sino
un conjunto de acciones que permiten la evolución del medio. Se opta por la
plantación en lugares especialmente degradados se especies vegetales maduras,
aportando el sustrato vegetal necesario para su inserción en el medio, frente a
esta acción de carácter intensivo, se propone una actuación mas débil en el
conjunto de la zona, con especies vegetales jóvenes y arbustos en extensión que
creen las condiciones necesarias para la reaparición de la fauna específica de
la zona.
Respecto al conjunto
edificado se plantea una construcción sencilla con una estructura puntual y
losas de hormigón que proporcionan la base bajo la que se inserta el conjunto
de la edificación construyendo una sombra llena de usos diversos. Los volúmenes
interiores se construyen en materiales ligeros, reciclados y reciclables.
Dichas piezas tienen la posibilidad de crecer y cambiar de uso, en un camino
hacia la versatilidad que se convierte en una necesaria sostenibilidad.